Cómo hacer torrijas de leche. (https://www.recetasderechupete.com/)
Dentro de las recetas de postres más tradicionales en España, no podían faltar las torrijas de pan.
Una receta tal como la suelo preparar en casa desde peque, hecha tal y como me enseñó mi madre. Con tan sólo una variación, el tipo de pan. En mi casa, como en casi todas, este era un postre de reciclaje y se reutilizaba el pan de días anteriores.
En Galicia se come la barra de pan gallego que es un poco más gruesa que la habitual de Madrid, le llaman torradas. Las torrijas tradicionales en el centro de España se suelen preparar con un tipo de pan especial para torrijas, más ancho, esponjoso y grueso de lo habitual. Para mí es otro punto de vista de este conocido postre.
Esta receta original, y a la vez tradicional, del dulce más típico en Semana Santa es un postre que está basado en una rebanada de pan. La cual está empapada en leche, rebozada en huevo, frita en aceite de oliva virgen extra y aromatizada al gusto con almíbar o, en este caso, azúcar y canela.
Es un postre muy sencillo y muy común de estas fechas que se aproximan, ya que la Semana Santa empieza la semana que viene. Las pastelerías de toda España se llenan ya de cientos de torrijas, huevos de Pascua y delicias dignas de los más larpeiros.
Entre todos ellos, la torrija de leche es mi postres preferido, una tostada suave con sabor intenso a leche, dulce y con un toque perfecto de canela, no se puede pedir más.
Os dejo con esta receta sencilla por si queréis probar unos bocados para chuparse los dedos. ¡Disfrutad!
Preparación de la leche infusionada
- El primer paso es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche. Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre.
- En la preparación de la leche aromatizada tenemos un ingrediente que va a marcar la diferencia, también el precio pues no es barata, las vainas de vainilla.
- Para esta receta vamos a necesitar la vaina abierta entera, no es necesario añadir el interior, es decir las semillas, estas las podemos guardar para otro postre.
- Mi recomendación es que las congeléis en un papel de aluminio y vayáis utilizando poco a poco dependiendo de la receta, así podéis economizar este ingrediente.
- Para sacarle el mayor provecho, cortamos los extremos, la parte más ancha de la vaina con un cuchillo, la rajamos de un extremo al otro, abriéndola como un libro.
- Raspamos el interior con la hoja de un cuchillo (lo mejor es abrirla bien con los dedos y rasparla con la mitad de la hoja del cuchillo), así sacaremos las semillas que vamos a guardar.
- La vaina limpia es la que vamos a añadir a la leche, además una vez aromatizada la leche, la vamos a sacar y secar. La guardaremos para otras utilizaciones. Por ejemplo para aromatizar azúcar y hacer nuestro propio azúcar avainillado.
- Calentamos la leche a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos la vaina de la vainilla, la piel del limón y por último la rama de canela.
Reposo de la leche infusionada antes de empezar con las torrijas
- Dejamos todo en reposo durante 5 minutos, es decir, infusionando la leche. La leche debe estar tibia o fría cuando la empleemos para empapar las torrijas. Reservamos.
- Un truquillo para que las torrijas no salgan empalagosas es no añadirle azúcar a la leche que hemos infusionado. Sino cuando preparemos el almíbar o con el azúcar y la canela que añadiremos al final.
Preparación de las torrijas
- Escogemos un recipiente cómodo para ir mojando el pan elegido para las torrijas y lo llenamos con la leche infusionada y fría que tenemos reservada.
- Añadimos el vino de Oporto que le va a dar el puntazo a este postre y batimos con un tenedor para mezclar bien los líquidos.
- Batimos los huevos hasta que espumen un poco y añadimos dos cucharadas de leche infusionada, volvemos a batir y colocamos en otro plato que sea cómodo para mojar las torrijas antes de freír.
- Ponemos una sartén con aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio.
- Mientras se calienta el aceite bañamos las rebanadas de pan en la leche infusionada.
- Le damos la vuelta para que se impregnen bien pero que no chorreen y la pasamos por el huevo batido que ya tenemos preparado. De ahí directamente a la sartén con aceite bien caliente.
Fritura y presentación final de las torrijas de leche
- Freímos las torrijas por todos dos lados hasta que estén doradas. Nos ayudamos de un tenedor para ir dando la vuelta a la torrija.
- Retiramos a un plato con papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.
- Llenamos un recipiente ancho con azúcar y canela en polvo. Unas dos cucharaditas de canela en polvo por cada 100 g de azúcar. Mezclamos bien con un tenedor.
- Rebozamos las torrijas en esa mezcla, que se impregnen bien de azúcar y canela.
- Dejamos enfriar y degustamos a temperatura ambiente o frías, simplemente deliciosas.
Recordad que las torrijas están mejor de un día para otro. Como podéis ver en las fotos he dejado que sudaran. Así se recubren de una capita de almíbar dulce y suave que las hacen supremas. Vamos, de rechupete, no lo dudéis.